El socio y director de estrategia en la consultora Harmon, Eduardo Madina, aseguró que los fondos Next Generation son importantes pero que también se necesita la inversión de las empresas privadas para lograr la recuperación.
El acto ha contado también con la participación del exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien considera que “estamos en un mundo menos libre, con un orden internacional liberal en peligro y con un desplazamiento del poder lejos de Europa”.
El socio y director de estrategia en la consultora Harmon, Eduardo Madina, aseguró que España está a tiempo de convertirse en un actor determinante en la revolución de la sostenibilidad.
“Es la primera vez en la historia en la que nuestro país puede llegar a tiempo a una revolución sin precedentes si hacen las cosas bien. Ha llegado tarde a la revolución digital, llegó tarde a la industrial, pero puede llegar en hora a una revolución por primera vez en muchos años”, apuntó.
El encuentro, organizado por Management Activo y patrocinado por SEIDOR y Crédito y Caución, ha contado también con la participación del exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien aseguró en su turno de palabra que de cara a 2030, el mundo solo contará con tres economías europeas en el G-8 y en 2050 solo una, Alemania.
Eduardo Madina analizó en su tiempo de intervención cómo ve la economía global, afectada por la inflación derivada de la situación bélica en Ucrania.
“Todas las economías occidentales están revisando sus perspectivas a la baja y la inflación no va a bajar en la zona euro del 4%. Hay perspectivas de cuellos de botella en la accesibilidad a los alimentos, de tal manera que lo que parecía una salida feliz tras una pandemia muy dura, se ha visto trastocada porque hemos entrado en otro tiempo oscuro como el de una guerra”, apuntó.
Con la mirada puesta en el futuro, el ponente afirmó que todos los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) imaginan 2030 con una concentración del crecimiento de la economía mundial en un 60% en Asia (China, India y Sudeste asiático), mientras que el resto del planeta se reparte el otro 40%. Además, 2.400 millones de seres humanos habrán salido de la pobreza y entrarán en lo que denominamos clase media. “No quedará ningún país europeo en el G-8, de tal manera que se habrá consagrado una nueva zona hegemónica en términos poblacionales y de economía. Con este escenario, Europa tiene seis años clave para hacer frente a un escenario como este”, recalcó.
Por otro lado, el ponente considera que los fondos europeos Next Generation son una parte importante para la recuperación pero que la base tiene que ser una buena dinámica de colaboración público-privada. “No se puede hacer un proceso de cambio de esta envergadura sin las empresas. Necesitamos que las compañías sigan invirtiendo para seguir innovando y generando avances en términos tecnológicos que nos permitan ser un país decisivo”, aseguró.
En clave nacional, Madina opinó que Valencia, donde ha tenido lugar hoy el encuentro, es una de las regiones más relevantes de la economía española, la cual ha hecho un gran proceso de readaptación tras el boom inmobiliario. “Tiene el gran desafío de seguir desarrollando su industria para ser más competitivos y no depender solo del sector turístico que es muy relevante en su economía, pero no puede ser hegemónico”, dijo.
En el turno de intervención de José Manuel García-Margallo, el exministro aseguró que estamos “en un mundo menos libre, con un orden internacional liberal en peligro y con un desplazamiento del poder lejos de Europa”. “En 2030, entre las ocho mayores economías del mundo solo habrá tres europeas y en 2050 solo una, Alemania”.
En cuanto a la situación de la economía global, el invitado afirmó que está en un claro peligro de estanflación, es decir, de crecimiento muy bajo con inflación muy alta con la novedad de que esta situación se produce con un endeudamiento muy alto.
De cara a los cambios en los próximos años, teniendo como referencia el año 2030, García-Margallo aseguró que el mundo seguirá creciendo, pero de forma desigual. “Las economías en desarrollo lo harán un 3,6% y las occidentales crecerán solo a un 1,4%. Los fenómenos más importantes es que van a aumentar las clases medias. Dentro de ocho años serán 5.500 millones y a su vez disminuirá la pobreza extrema que pasará del 10% al 3%”, dijo.
En clave europea, el invitado apuntó que la Unión Europea va a disminuir los estímulos monetarios, lo cual obligará a que los países en déficit tengan que acudir a los mercados financieros donde habrá dinero pero no para todos. “Esto puede provocar un resurgir de la prima de riesgo y por eso el Banco Central Europeo (BCE) está buscando una fórmula para que no se produzca otro desbordamiento en países como Italia, España y Grecia”, dijo.
En el terreno nacional, García-Margallo afirmó que la economía valenciana ha estado tradicionalmente muy inmersa en la globalización y en la exportación a diferencia de otras economías nacionales. “El problema que tienen es que su tejido empresarial lo forman pequeñas y medianas empresas, compañías de menor tamaño que sus competidores a nivel mundial, por eso han tenido más dificultades para la digitalización”, concluyó el invitado.
Los patrocinadores
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