José Carlos Díez afirma que la crisis del gas continuará, advierte de que el escenario más negativo ya se ha resuelto y apunta que la solución a la actual situación energética es aumentar la producción de renovables
En este nuevo encuentro de Diálogos para el Desarrollo que ha tenido lugar en Valladolid, el exministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, comenzó su exposición haciendo una reflexión sobre la situación geopolítica actual, tanto desde el punto de vista político, como desde el punto de vista económico.
García-Margallo apuntó que “los retos relacionados con la superación del COVID-19 o los vinculados con el cambio climático, permanecen, obligando a hacer nuevos contratos sociales tanto a nivel nacional como internacional.” Mientras que en relación con la guerra de Ucrania sostuvo que “se trata de un conflicto mucho más trascendente, en tanto que revela el interés ruso de revolucionar el orden de seguridad europeo asegurando un área de influencia en sus países vecinos”.
Además, el exministro añadió que la presencia de China será determinante en el orden global “aunque en la actualidad esté desacelerando su economía para pasar a ser la primera potencia del mundo en 2050 y no en 2030 como se venía advirtiendo.”
El encuentro organizado por Management Activo y patrocinado por Crédito y Caución, Cajamar Caja Rural y Safeployee, bajo el título ‘Competir en un entorno incierto’, también contó con la participación de José Carlos Díez.
El economista, autor y profesor de la Universidad de Alcalá, comenzó su exposición tratando cuestiones relacionadas con la crisis del gas y su impacto sobre el crecimiento económico. En este sentido Díez afirmó que “aunque los precios continúan muy por encima de 2019 el escenario más negativo ya se ha resuelto”. Y añadió que “la solución a la actual situación energética es aumentar la producción de renovables, para no tener solo una energía más barata sino también una estructura industrial que permita el desarrollo del empleo”.
En relación a los retos a los que tendrá que enfrentarse la economía vallisoletana, tanto García-Margallo como Díez, apuntaron que debido a la importancia que tiene en esta región el sector primario, lo conveniente es mantenerse alerta sobre las modificaciones de la política agrícola común, poniendo el foco en la innovación, para ganar en tamaño y productividad.
Centrándose en el sector industrial, especialmente en el sector del automóvil, el exministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, advirtió que Valladolid debe de seguir la estela de las nuevas tendencias para continuar sobresaliendo. “El objetivo principal ha de ser la implantación de una industria eléctrica para sustituir a la del combustible fósil”, y aseguró “un buen ejemplo es el actual proyecto de la fábrica de baterías en Sagunto”.
Para finalizar y apoyándose en los últimos datos que apuntan a que en 2030 la conectividad se multiplicará exponencialmente, García-Margallo sostuvo que otro de los retos a los que debe enfrentarse Valladolid y en general Castilla y León, es el de fomentar no solo el turismo rural, sino también el turismo cultural.
Por su parte, José Carlos Díez, aseguró que tras la pandemia, Valladolid ha visto mermar su economía debido a que gran parte de su productividad estaba centrada en sectores que ahora producen pérdidas.
No obstante el economista apuntó que el área de Castilla y León, gracias a su orografía y a su clima, tiene una gran oportunidad económica si centra su producción en las energías renovables, como la solar y la eólica, ya que según advierte “es una gran combinación para evitar la dependencia del gas, bajar el precio de la electricidad y conseguir que las empresas de Castilla y León tengan precios más baratos que sus competidores europeos”.
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