El exministro, que ha participado en el encuentro de ‘Diálogos para el Desarrollo’ celebrado en A Coruña, ha instado, además, a la defensa del orden liberal internacional
La cita ha contado también con la presencia del excomisario de Economía de la Unión Europea Joaquín Almunia, quien ha analizado, entre otros asuntos, el resultado de las elecciones
El exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España durante el periodo de 2011-2016, José Manuel García-Margallo, ha analizado esta mañana la situación de España en la encrucijada global y, de forma específica, ha destacado la “notable” estabilidad política de Galicia para adaptarse a los retos del nuevo mundo. La reflexión la ha llevado a cabo en el encuentro de Diálogos para el Desarrollo celebrado en el Hotel Attica 21, de A Coruña, organizado por Management Activo y patrocinado por Bankinter y Solunion, y en el que también ha estado presente el excomisario de Economía de la Unión Europea Joaquín Almunia.
José Manuel García-Margallo ha explicado que la estabilidad política de esta comunidad autónoma se debe, en su opinión, a que “el gobierno de Núñez Feijóo no se ha desviado nunca de lo que eran sus signos de identidad”. En este sentido, ha subrayado la importancia de ser un gobierno centrista y moderado, “que quiere llegar a acuerdos con todas las fuerzas políticas y gobernar para todos los gallegos”. Además, ha aclarado que aunque en esta región ha habido un retroceso de sus posiciones, ha sido menor que en el resto de España.
Asimismo, García-Margallo ha aludido en su ponencia a las conversaciones preliminares que se están desarrollando en Bruselas con el objetivo de abordar la legislatura que acaba de empezar en el Parlamento Europeo, en el Consejo y en la Comisión, en unas circunstancias hasta cierto punto “inéditas”. Esta situación es debida a que, ahora, “las dos grandes familias políticas que protagonizaron el proceso de integración europeo no tienen mayoría suficiente ni para nombrar a los distintos cargos, ni para sacar adelante los proyectos que Europa necesita”.
Ante este escenario, el ponente ha manifestado que habrá un “tratamiento preferencial”, es decir, una obligación de comunicarse los unos a los otros antes de llegar a ninguna conclusión definitiva. “Entre populares y socialdemócratas, como hasta ahora, ampliado a los liberales y a los verdes”, ha apuntado. El político ha hecho referencia también a la clara división entre “democracias liberales y democracias iliberales”, ya que estas últimas tienen en la actualidad una cierta influencia dentro de la propia Unión Europea.
“En definitiva, estamos asistiendo al intento de voladura del orden liberal internacional, y esa voladura se está dirigiendo desde la Casa Blanca”, ha resaltado.
Con respecto al orden liberal internacional, José Manuel García-Margallo ha destacado que “supone un compromiso innegociable con derechos y libertades”, y ha comentado, en relación a la economía abierta, que hay un renacimiento del nacionalismo económico, del proteccionismo y una guerra comercial entre China y EEUU que puede extenderse también a México y a la UE. “Ante esa pugna, nos corresponde defender el orden liberal internacional, y la UE va a tener aquí una responsabilidad mayor, porque se está quedando sola en la defensa de eso que era antes común a los países occidentales”, ha indicado.
A pesar de que García-Margallo ha opinado que no cree que se vaya a asistir a una crisis como la de 2008, sí habrá una desaceleración. En este asunto, ha señalado que en España, en materia de empleo, se debería hacer algo para salir del estancamiento de las cifras de desempleo, “sobre todo cuando afecta a determinados sectores de la población, como a los jóvenes, a las mujeres y a los mayores de 55 años”.
“La única forma de salir de ahí es crear más empleo, de más calidad; lo que permitirá tener mayores salarios, mayores cotizaciones… y más sostenibilidad del estado del bienestar”, ha explicado. En este aspecto, ha señalado que se trata de ganar competitividad y, para lograrlo, en un mundo sin fronteras, “la única fórmula conocida es la productividad, y ésta exige reformas estructurales”.
Por su parte, el exministro Joaquín Almunia ha hecho alusión al inicio de un nuevo ciclo político, tanto en España como en todas las instituciones europeas, “que cambian ahora de liderazgo”. Durante la cita, titulada Ganar el futuro en un mundo global, Almunia ha analizado el resultado de las elecciones y los cambios que puede introducir en la orientación política.
Además, ha abordado cómo se presenta el actual panorama económico, donde hay una “cierta desaceleración del crecimiento económico, con riesgos tanto para la economía española como europea”.
Joaquín Almunia ha realizado un análisis sobre las hipótesis que existen. “Por dónde pueden ir las cosas, en términos políticos y económicos, dentro de un panorama lleno de incertidumbres y de interrogantes”, ha reflexionado. Para ello, ha expuesto que hay una situación compleja en el conjunto del mundo y ha mencionado la relación con EEUU, así como el Brexit, que “es una incertidumbre más que plantea riesgos”.
El excomisario de la Unión Europea ha incidido en que España tiene la oportunidad de jugar un papel “más influyente” que el que ha jugado últimamente en el ámbito de la Unión Europea, “pues tiene una economía que crece más que ésta”. Además, se ha referido a la “victoria del partido socialista de la socialdemocracia” y al liderazgo de Pedro Sánchez en la conformación de las futuras instituciones europeas.
El ponente ha apuntado que esta situación no solo es buena para Europa, sino que también debe rendir un cierto beneficio en la medida en que se sea capaz de influir en la agenda y en las prioridades de la UE para los próximos años. “De manera que sean prioridades que nos convengan a nosotros también”, ha concluido.
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